HISTORIA
Debe decirse ante todo que el Muay Thai es un arte marcial irremediablemente unido a Tailandia y su cultura, creado por estos para defenderse de las continuas guerras existentes contra los pueblos vecinos. Tailandia significa “el país de los hombres libres” y, a pesar de sus problemas internos, ha permanecido relativamente estable a lo largo de los años.

De entre las teorías que explican el origen del Muay Thai, dos son las más tenidas en cuenta en la actualidad: la primera indica que el pueblo tailandés era originario del centro de China y, debido el éxodo que sufrieron hasta alcanzar su actual territorio, tuvieron que aprender un sistema de lucha para poder defenderse. La otra teoría establece que los primitivos siameses siempre han vivido en el mismo lugar, si bien, ante las continuas amenazas de sus vecinos, crearon un sistema de lucha que les permitiera repeler los sucesivos intentos de invasión.
Esto nos lleva directamente al Chupasart que era un manual sobre el arte de la guerra en el que se establecieron las técnicas de combate desarrollados por este pueblo y que incluía la utilización de sables, cuchillos y armas arrojadizas. No obstante, también elaboraron un sistema basado en la defensa a mano vacía, el Dee Muay. Es aquí donde podemos encontrar el primer antepasado directo del Muay Thai.
Durante el reinado de Naresuan El Grande (1590-1605), el Muay Thai se convirtió en una disciplina más a entrenar por parte de los soldados. El propio rey fue un experto en esta modalidad consiguiendo innumerables victorias y siendo declarado en 1577 héroe nacional.
El Rey Sanphet VIII (1703-1709) impuso a sus soldados la práctica del Muay Thai pese a vivir en un periodo sin guerras para mantenerlos preparados y activos. El rey Tigre, como así fue conocido, popularizó enormemente el arte marcial convirtiéndose en una de las actividades favoritas de sus súbditos, organizando campeonatos de lucha en las fiestas locales, en algunas de las cuales, incluso el rey llegó a participar de incógnito.
La impronta que este personaje tuvo para el arte marcial ha tenido como consecuencia que el 6 de febrero sea declarado oficialmente como día del Muay Thai.
En esta época, era costumbre vendarse las manos con cintas de piel de caballo, más tarde reemplazas por cuerdas de cáñamo o de algodón empapado en cola. Los luchadores también utilizaban como protecciones para las ingles conchas de mar o cortezas de árbol. No existían ni categorías de peso, ni asaltos, ni límite de tiempo y el enfrentamiento duraba tanto como pudieran aguantar los púgiles.
Las peleas tampoco se celebraban en un ring sino que simplemente se buscaba una zona plana y suficientemente espaciosa como para acoger al público interesado.
Hasta 1921 el estilo fue enseñado en los colegios pero, debido a numerosas lesiones, acabó excluyéndose del currículo escolar.
La gran transformación del Muay Thai se produjo en los años 30 bajo el reinado del Rey Rama VII con el surgimiento de lo que podríamos incluso llamar un nuevo deporte. Se adoptó el uso del ring de Boxeo como plataforma para realizar los combates, se introdujeron también guantes de cuero (4 onzas), se estableció un límite de tiempo de los combates y se dividió la lucha en asaltos.
El Muay Thai pasó a convertirse en un deporte totalmente reglado pero conservando un importante espíritu marcial.

La influencia del Boxeo no se detuvo ahí, en la década de los 60 Tailandia tuvo sus primeros campeones de esta modalidad y que competirían en ambas disciplinas. Las técnicas del noble arte tuvieron un importante impacto en la utilización de los golpes de puño por parte de los tailandeses, que rápidamente las adoptaron.
Igualmente, los intercambios surgidos en la década de los 70 y 80 con luchadores y estilos de otros países: Karate, Kickboxing, Taekwondo hizo posible que técnicas de pateo anteriormente olvidadas fueran utilizadas de nuevo.
El padre del Muay Thai: Nai Khanom Tom.
Nacido en 1750, los practicantes celebran su día todos los 17 de marzo, día en el que se honra a este luchador.
Según se cita en crónicas birmanas de la época fue capturado y hecho prisionero en 1774 por los birmanos. El 17 de marzo de 1774 el rey birmano Mangra organizó un festival conmemorativo de la reconquista de la ciudad de Rangún en el que, como parte de las celebraciones, se organizaron combates.

Quisieron confrontar el estilo tailandés de combate frente al birmano (Parma), escogiéndose al esclavo Nai Khanom Tom como representante de los primeros. Este finalizó su primer combate de un solo golpe. El Rey Mangra ordenó que subiera otro combatiente que, sorpresivamente, correría el mismo destino.
Un total de 9 luchadores fueron vencidos por el tailandés y el soberano, asombrado ante la ferocidad y destreza del joven esclavo, lo recompensó con su libertad.
El Rey Mangra definió a los thais como “gente mágica para la lucha, sus pequeños cuerpos tienen la fuerza letal capaz de acabar con muchos adversarios”. A su regreso fue recibido como un héroe y homenajeado por su valor y coraje.
El Muay Thai, considerado el deporte nacional de Tailandia, es conocido como el arte de las ocho extremidades por su contundente utilización de técnicas de puño, codo, rodilla y piernas, además de la lucha cuerpo a cuerpo. Como se dice entre sus practicantes, Muay Thai es sinónimo de dolor. Un deporte increíblemente intenso, espectacular, eficaz y duro.
Hoy en día goza de una enorme popularidad en el mundo, popularidad que va en aumento exponencial ya que aúna todos los requisitos exigidos para triunfar: espiritualidad, defensa personal y beneficios físicos.
SIMBOLOS EN EL MUAY THAI
El Muay Thai no es solamente un arte marcial o un modo de vida sino también un encuentro espiritual. Esta última característica podemos apreciarla especialmente en los rituales que se realizan antes de los combates y que tienen un profundo sentimiento religioso.
Los Tailandeses destacan por su apego no sólo a su cultura sino a sus creencias espirituales. El budismo y el animismo están muy presente en sus vidas y, es lógico pensar, que esto también se traslade al Muay Thai.
Como ya hemos comentado, creen en los espíritus y viven en contacto con ellos, cada hogar o negocio tiene su propia “casa de los espíritus” adornada con comida, bebida y guirnaldas de jazmines.
También tienen gran importancia los amuletos, en el caso de los Nak Muay el Mongkon y el Kruang Ruang.
Existe un gran respeto hacia el Khruu (maestro) y rara vez lo abandonan en su vida deportiva. La relación entre deportista y maestro es diferente a la entendida en occidente pues en Tailandia, a diferencia de aquí, es el último el que elige al primero como “posible luchador”.
Si bien hoy es una costumbre que está desapareciendo, en el pasado, cuando el Khruu elegía a un nuevo alumno se celebraba una ceremonia en la cual el maestro era agasajado con ofrendas por el candidato, jurando, igualmente honrarle y comportarse con honestidad.
Durante la ceremonia, llamada Waï Khruu, el boxeador recibía un trozo de tela roja o blanca con inscripciones o símbolos budistas y que posteriormente portaría en el brazo durante sus peleas (Kruang Ruang).
El Mongkon lo coloca el maestro en la frente del boxeador antes de subir al ring. Tradicionalmente es un elemento ovalado realizado en cuerda (aunque hoy también existe en plástico) que termina en una especie de cola. Tiene carácter sagrado al estar bendecido. El Mongkon pertenece a la escuela de entrenamiento, no al luchador, por lo que todos los deportistas de un campo utilizan el mismo. Cuando el Khruu lo coloca en la cabeza del Nak Muay realiza una breve oración pidiendo protección para el luchador.
El Kruang Ruang o Prajeat son también símbolos protectores a modo de “anillos mágicos” pero, a diferencia del anterior, este es personal y sólo lo utiliza el luchador. Se realiza con un trozo de tela que suele incluir una reliquia y se envuelve alrededor del brazo, a la altura del bíceps. Ambos son elementos esenciales de la cultura combativa tailandesa y se cree que el primero en introducir estos elementos fue el Príncipe Negro en el siglo XVI.
El Phuang Malai es un collar que tiene como finalidad dar buena suerte al luchador. Puede estar elaborado también con guirnaldas de flores y son de diferentes tamaños y colores. Se coloca antes y después del combate. Siguiendo el animismo propio de los tailandeses persigue proteger de los malos espíritus.
EL CEREMONIAL
Portando el Mongkon y los Prajeats, el Nak Muay camina decidido hacia el ring. Entrará pasando por encima de las cuerdas para no romper el “aura”, las Nak Muay Yings (mujeres luchadoras) pasarán por debajo de estas quitándose previamente el Mongkon para ponérselo inmediatamente después.
Seguidamente comenzarán a caminar alrededor del ring al ritmo de la música con las manos sobre las cuerdas en sentido contrario a las agujas del reloj para eliminar las energías negativas.
Tras finalizar esto comienza propiamente el Waï Khruu, que es la ceremonia que sirve para homenajear al maestro, mostrar la grandeza de su campo de entrenamiento, impedir la entrada de espíritus no deseados y ahuyentar los propios miedos.
El Waï Khruu comienza con el boxeador arrodillado en el centro del ring recitando una breve plegaria al tiempo que lleva sus puños al pecho, mira al cielo, une sus manos frente a la cara y comienza a inclinarse. Se inclinará tres veces: la primera vez honrará a Buda, la segunda a Sanga y la tercera al Dharma, dando también las gracias a su maestro y a sus antepasados guerreros.

Completado esto comienza el Ram Muay, compuesto de movimientos y posturas estilizadas al ritmo de la música, desplazándose en las cuatro direcciones de las cuerdas del ring en busca de protección.
Recordemos que las nobles verdades del Budismo son también cuatro y estas hacen referencia a la transitoriedad del sufrimiento.
Los movimientos son lentos, al ritmo de la música, sirven para controlar la respiración y aumentar la concentración del peleador, aislándose de todo lo que sucede alrededor.
Acabado, los contendientes se dirigen al centro del ring para escuchar las indicaciones del árbitro, volviendo seguidamente a su esquina. Ambos, luchador y maestro realizan un último saludo: con sus manos unidas a la altura del rostro realizan una pequeña flexión de la cabeza y tronco.
El ritual finaliza cuando el entrenador retira el Mongkon de la cabeza del púgil colgándolo en el poste del ring, girándose nuevamente hacia este y soplándole en la cabeza para insuflarle energía positiva.
En el Muay Thai, a diferencia de otros deportes de Ring, la música tiene un papel de extrema importancia, determinando incluso el ritmo del combate y de los intercambios de golpes.
La música (al menos en Tailandia) se interpreta en vivo con un grupo de cuatro músicos:
El Clarinete Javanés, originario de la India, emite un sonido agudo y estimulante.
El Klog Kaek, una pareja de tambores.
El Shing, unos pequeños platillos de hierro o latón unidos por una cuerda. El Kong otro tipo de tambor originario del sur de Tailandia.
El instrumento principal de todos ellos es el Pi Java (clarinete de Java) que es el que marca el ritmo del combate. Al empezar el primer asalto la melodía se va tocando in crescendo a lo largo de los tres minutos de duración, terminando en un ritmo frenético para estimular el lanzamiento de golpes.
